jueves, 11 de noviembre de 2010

Lecciones Vivenciales de Historia

La docente especialista de Historia y Geografía, Sara Vasquez, desarrollo una experiencia vivencial sobre la antigua costumbre ancestral de reconocer y valorar todo lo que la "madre tierra" nos ofrece. En este proyecto participaron los estudiantes del 1er año. Primero los alumnos investigaron sobre el tema "El pago a la tierra", despues sembraron un arbol, en ese contexto de colaboración y esfuerzo común se realizó una lectura motivadora sobre el valor de la tierra. Paso seguido los estudiantes depositaron junto al arbol sus deseos sobre el mundo, la tierra y la naturaleza. Finalmente los estudiantes "alimentaron" la tierra con chicha de jora.

"Especialmente en el mundo andino, la religiosidad precolombina perdura hasta hoy en ritos ancestrales que vinculan al hombre con la naturaleza, y en los que la Tierra cobra gran importancia simbólica.

La Pachamama o Madre Tierra, diosa de la fertilidad, vive en el Urkhupacha o mundo interior, cuyos frutos ofrece a los hombres para su alimentación.

Por eso, dentro de la lógica de reciprocidad andina, en el mes de agosto los comuneros le retribuyen pagos (también llamados pagapus o despachos). La ofrenda contiene hojas de coca, plata no trabajada, chicha, vino y ciertas semillas de la selva con poderes simbólicos y mágicos llamadas huayruros.

Este mismo pago se le rinde a los Apus, espíritus de los antepasados que viven dentro de los cerros. La coca, planta sagrada que sirve como mediadora entre el mundo de adentro (el de los Apus y la Pachamama) y el mundo de afuera (el de los hombres), se encuentra presente en innumerables celebraciones religiosas mestizas de los pueblos del interior e incluso de los centros urbanos. Esparcidas sobre una manta en el suelo, las hojas de coca también son "leídas" para predecir el futuro." (Fuente: Promperu)


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